noviembre 11, 2013

Aquí tenéis la encuesta para poder votar por los fics participantes en el 1er Concurso de Fics de Erase Una Vez! Os recordamos que tenéis hasta el Domingo próximo para votar, y que no es necesario pertenecer al rol para poder votar aunque si lo era para poder participar. Igualmente, podéis votar más de un fic a la vez si os ha gustado más de uno.

Los fics participantes son:

- "Rojo Recuerdo" de Ruby Red

- "Mi Cruz" de Archie Hopper

- "Es lo que soy" de Rumpelstiltskin

- "Rumpelstiltskin" de Bella French 

- "¿Dónde estás?" de Paige Hatter

Podéis pinchar en el nombre del fic para leerlo antes de votar o en el nombre del autor o autora para ver su cuenta en Twitter y seguirles, y aquí abajo podéis dejar vuestros votos. Animaos a participar, el Domingo diremos quién o quienes (en caso de empate técnico) se han alzado con la victoria!





noviembre 09, 2013

Estaba haciendo los deberes de biología, y al mismo tiempo, trataba de no escuchar los gritos que provenían de abajo. Mis padres discutían casi todos los días, razón por la que siempre quería terminar lo antes posible mis tareas, para poder salir de casa, y alejarme de esa sensación que tenío al oírles discutir. Trataba de pensar en otras cosas, como el volver a hacerle una visita a Henry en el hospital. Sor Astrid decía que aunque estuviera dormido, podía escucharnos igualmente. No podía creer que días atrás estuviéramos jugando, y en ese momentos se encontrara en una camilla de hospital.
Mas todas las preocupaciones desaparecieron de mi mente al notar algo pasar a través de mí. No conseguí saber que era, semejaba una fuerza o algo similar. Pero lo que me sorprendió fue lo que vino a continuación: una oleada de imágenes invadieron mi mente, totalmente ajenas al principio, mas luego con sentido. Pude reconocer caras, lugares, nombres. Aquellas imágenes, aquellos recuerdos… eran míos. Mi primer juego de té, mis antiguos peluches, la cabaña, los niños del pueblo, el puesto de juguetes… Lo recordé todo en cuestión de lo que a mí me parecieron horas. Escuché voces abajo. Me levanté de la silla y salí de la habitación. Baje las escaleras y vi una pareja abrazándose. Los que unos minutos atrás habían sido mis padres, ahora los recordaba como los vecinos, los que durante tanto tiempo me habían cuidado cuando vivía en el bosque. La que había sido mi madre reparó en mi presencia y me miró con los ojos llorosos.
- ¿G-Grace?
Asentí.
Ella abrió los brazos, invitándome a abrazarla. Bajé las escaleras y la abracé. Aquellos recuerdos, aquella vida pasada, era tan confuso a la vez que claro. Traté de encontrar una explicación. Busqué entre mis últimos recuerdos de aquella vida, cuando caí en la cuenta de que me faltaba algo. Algo que, incluso en mi vida anterior, hacía mucho que no veía. Algo querido.
Papa.
“-Papa. ¿Quieres tú té?
Parecía preocupado. Muy pocas veces le había visto así, él siempre trataba de esconder la preocupación detrás de una de sus flamantes sonrisas.
- Grace, pasarás el resto del día con los vecinos. He de cumplir un encargo.
- ¿No puedo acompañarte? Me gusta ir contigo al bosque.
- No voy al bosque, cariño.
No recordaba que él hubiese hablado con alguno de sus clientes habituales mientras estábamos en el pueblo, y era inusual que le hicieran encargos de lugares alejados del bosque. Durante todo el día sólo había hablado con una persona.
Un escalofrío recorrió mi espalda.
- Es un encargo para la reina, ¿no?
Su respuesta a mi pregunta fue bajar la mirada, y a continuación mostrármela en su serio rostro.
- No importa lo que quiera de ti. No lo hagas.
Se levantó de la pequeña silla de juguete y se agachó junto a mí.
- Grace, debo hacerlo. Quiero que tengas lo que quieras.
- Sólo te quiero a ti, papá. Por favor, quédate.
- Ven aquí.
Me cogió en brazos y se levantó, mientras yo le abrazaba.
- Lo sé.
Se acercó a la puerta, con ojos de disculpa.
- Lo lamento, pequeña, he de irme.
- Prométeme que vas a volver.
Cogió mi pequeña caperuza de color castaño del colgador, sin responderme.
- Prométemelo.
- Te lo aseguro.
Me puso la prenda mientras que mostraba una de sus sonrisas.
- Para tomar el té. ¿Lo prometes?
Se agachó junto a mí y me miró a los ojos.
- Te lo prometo. No me lo perdería por nada.
Acercó mi rostro hacia él y me besó la frente. No quería que se fuera. Decían cosas espantosas de la reina, y si le pasara algo a él, no me quedaría nada.
Me abrió la puerta gentilmente.
- Anda.
Suspiré antes de salir, y al hacerlo, me colocó la capucha de la caperuza. “
Aquella había sido la última vez que había visto a mi padre. Cuando llegó la noche y veía que aún no había vuelto, los vecinos me permitieron quedarme con ellos aquella noche. Las noches se volvieron días, y los días se volvieron semanas. Cada mañana miraba por la ventana, esperando que por la chimenea saliera humo del agua hirviendo para el té. No recordaba haberle visto siendo Paige. ¿Acaso no estaba en la ciudad? ¿Habría vuelto a la cabaña como prometió, pero yo ya no estaba?
- ¿Habéis visto a mi padre?
Pregunté levantando la cabeza, mirándoles esperanzada. Ella dirigió su mirada al que una vez había sido mi padre. Él negó con la cabeza, y ella me abrazó más fuerte.
Tal vez fuera otra vida, otro mundo, mas la historia era la misma. Estaba sola, mirando por la ventana a que mi padre regresara, para al fin tomar ese té prometido, para que me deslumbrara de nuevo con una de sus sonrisas.

¿Dónde estás, papá?

noviembre 07, 2013

Caminaba tras él, cogida a su brazo, pero un paso por detrás. Todo le parecía tan maravilloso tras ése tiempo encerrada, tan fresco el aire, tan cálidos sus abrazos... Era difícil caminar por ése trozo del bosque, pero ¿qué mas daba? Él había querido dar un paseo por el bosque, y éso era nuevo para ella. Siempre le habían gustado las cosas nuevas y desconocidas, al menos desde que podía recordar, así que apenas él lo propuso, ella aceptó.

El bosque estaba tan verde y luminoso que hería la mirada. Entrecerrando los ojos, miró adelante, tratando de averiguar por dónde estaban en vano. Habían caminado más de diez minutos desde que entraran al bosque, calculaba, y alrededor sólo veía árboles, rocas y matorrales bajos. Se preguntaba a dónde la estaría guiando; habían salido charlando de casa con normalidad, pero él parecía algo ausente desde hacía un rato, desde que habían llegado al bosque más o menos. Como si tuviera la cabeza en otro sitio, como si pensara en otra cosa más que en su paseo. Silencioso, taciturno. No parecía el de siempre, pensó, pero no quería molestarle ni interrumpir sus pensamientos. Su verborrea inquisitiva solía jugarla malas pasadas, siempre queriendo saber, siempre queriendo conocer algo más. A veces sentía que podía molestarle con tanta pregunta, aún cuando él nunca se hubiera quejado de ello. Tuvo la intención de preguntarle a dónde iban, pero ni un sonido brotó de sus labios. Su gesto serio la frenó; parecía demasiado serio, demasiado concentrado. No era el momento. Continuó caminando con él, algo cabizbaja, apretando las mandíbulas para no romper su silencio.

De pronto, algo la alcanzó, con la intensidad de un rayo y la suavidad de una caricia a la vez. Una sensación extraña, como una brisa repentina, un escalofrío que la bajó por la espalda. Ante sus ojos seguía el mismo bosque, sus ropas eran las mismas, incluso seguía agarrada al mismo brazo que cuando salió de casa. Pero ella ya no era la misma. Y nunca volvería a serlo. Como si se hubiera abierto una compuerta en su cerebro, miles de imágenes y recuerdos se desbordaron de golpe, obligandola a pararse en seco. El hombre que la guiaba se detuvo con ella y la miró, inquieto y preocupado, aún cuando ella no se percató de su mirada. Estaba perdida en sus pensamientos.

Un hombre vestido de rojo, una mesa larga y oscura, una taza cayendo al suelo, un vestido dorado, una habitación redonda llena de libros, los barrotes de un carromato en la oscuridad... Un monstruo que no daba miedo, una rueca, una rosa. Un beso. Todo se revolvió en su mente como lo haría un brebaje en un caldero, en cuestión de segundos o quizás menos. Se agarró fuerte al brazo del que se agarraba, mientras su corazón arrancaba a latir con violencia y su boca se abría para tomar una bocanada de aire frío, como si hubiera vuelto a nacer. Sus pensamientos se hilaron uno con el anterior, y luego ambos con el siguiente, uniendo ésas imágenes nuevas y a la vez antiguas con lo que había vivido tras abandonar el hospital. Busca al señor Gold, dijo Jefferson... Cómo no buscarle. Volvió su rostro al hombre que la guiaba por el bosque, como si se hubiera percatado de nuevo de su presencia, y le brillaron los ojos anticipando lágrimas al mirar sus rasgos. Sólo una vez antes le había visto así; tragó saliva, aguantó la emoción como mejor pudo y susurró con el corazón encogido:

- Rumpelstiltskin... Y-ya te recuerdo.

Por primera vez, mi niña, has dicho mi verdadero nombre después de tantos años. Ese nombre que en tu boca suena como si fuera el hombre más especial del universo. Cada segundo que estoy a tu lado pienso que eres verdadera magia. Sólo tu sonrisa y tus ojos azules pueden conseguir que hasta el más perdido en la vida encuentre el camino para ser feliz. No hay palabras para describirte mi niña. Todas se quedan cortas.

Nuestro amor ha podido con una maldición y con el tiempo. Nunca pensé que viviría algo semejante. Siempre pensé que el amor era algo efímero, algo como el viento. Contigo he aprendido que el amor de verdad se clava en el corazón para siempre. Y que puede soportar cualquier cosa. Gracias mi vida. Gracias por existir, gracias por ser así, gracias por amarme.

Cierro los ojos y mi corazón se desboca al recordar mis labios besando tu piel, mi cuerpo moviéndose junto al tuyo, nuestras almas fundiéndose en una sola. Eres la medicina de mi alma, el aire que necesita mi corazón para existir. Abro los ojos y acaricio tu piel suave con adoración. Eres tan hermosa…Y has accedido a casarte conmigo. Mi niña…Si tú supieras…Desearía poder dedicarme a hacerte feliz cada día de mi vida, a llenar tus días de besos y caricias, a darte la vida que te mereces mi niña.

Pero a la vez que la felicidad invade mi interior, un antiguo miedo resurge. Ahora que he vuelto a traer la magia a Storybrooke vuelvo a ser el ser Oscuro. La magia oscura ha vuelto a mi interior. Puedo sentirla. Y no puedo evitar pensar que yo mismo he iniciado una cuenta atrás. Son muchos años, demasiados, haciendo tratos y jugando a ser Dios. Muchos años de malas acciones con buenos motivos para enmascararlas. Y temo el día en que esa costumbre te aparte de mí. Es algo dentro de mí amor. Quiero pelear pero no sé si ganaré siempre. Fueron tantos años de represión que la tentación de salir victorioso es demasiado fuerte. No sabes cuánto te necesito…Sin ti me perdería en mi propia oscuridad amor. Sin ti no tengo esperanza que me ayude a seguir adelante. Sin ti no puedo conseguir que Bae vuelva a mi lado.

Una voz en mi interior me dice que no me haga ilusiones porque acabaré irremediablemente haciendo algo que haga que me detestes. Intento apartar esos pensamientos con todas mis fuerzas pero siempre acaban volviendo. Al fin y al cabo eso es algo que siempre ha ocurrido…Porque además de ser un monstruo soy un maldito hilandero cobarde…Es lo que soy…

noviembre 06, 2013


Acabo de despedir a mi último paciente del día. Ya iba siendo hora. Me dejo caer en el sillón de la consulta completamente agotado física y psicológicamente como nunca lo había estado.

Es increíble lo rápido que puede cambiar todo en esta vida. Basta sólo un segundo para que la felicidad se transforme en desdicha. Cuando sentí en la puerta de la consulta que la barrera que mantenía presos mis recuerdos se desvanecía me sentí feliz. Tenía amigos, una mujer hermosa a mi lado, ayudaba a la gente, era dueño de mi propia vida,…Miraba al futuro con optimismo.

Enseguida mis queridos Gepetto y Pinocho vinieron a mi mente ¡Los echaba tanto de menos! Después de tanto tiempo volvíamos a estar juntos. Caminaba hacia el taller de Gepetto emocionado. Al fin y al cabo le he visto crecer. Le he visto jugar, le he cuidado, le mostré el camino del bien,  le resolví sus dudas, le apoyé cuando lo necesitaba,…¡Cómo no iba a pensar en él si prácticamente es mi hijo!

Mi hijo…he ahí la palabra clave. De camino al taller pasé por delante del escaparate de la tienda de Gold…y ahí los vi. La sombra que me perseguirá día tras día hasta que me muera. La herida en mi alma que me recuerda que soy un cobarde que se cobró la vida de dos inocentes. Fui tan estúpido. ¡Cómo va a haber felicidad para mí! ¿Acaso la merezco? El momento en el que Gepetto entró y vio a sus padres resuena en mi cabeza con claridad pasmosa. “¡¿Qué les has hecho?!” gritaba Gepetto desesperado. Les maté. Mi cobardía les mató. Y no hay perdón para mí. Gepetto jamás me ha perdonado por ello ni lo hará. Ojalá hubiera algún modo de enmendar ese error o de que él sepa lo profunda que es esa herida en mi corazón. Ojalá pudiera mostrarle lo dura que es la convivencia conmigo mismo desde aquel fatídico día.

¡Cómo va a poder mirarme Ruby a la cara cuando sepa esto!

Soy una mala persona. Esa es la realidad. Porque sólo puedo pensar que ojalá Emma Swan nunca hubiera llegado a Storybrooke. Gracias a la maldición he podido descansar. Ahora toca volver a sufrir.
La luz de la lámpara que descansaba en la mesita de noche, me iluminaba mientras estaba boca abajo en la cama escribiendo en mi pequeño confidente de tapas rojas. Me sentía confundida y llena de culpa y dolor. Habían ocurrido cosas increíbles ese día y no sabía como manejarlas. Reencuentros felices, amigos, familia... y luego de nuevo esa culpa.

Con letra irregular , comencé a compartir con mi silencioso compañero lo que sentía en ese momento.

“Querido Diario,

Hoy ha sido un día feliz para unos y extra y triste para mi. No sé que ha pasado pero he recordado una vida anterior a ésta. ¿Suena raro verdad? Pues así es. Se ha roto la maldición que nos rodeaba y he podido revivir todo lo pasado en el Bosque Encantado… ¡Daría lo que fuera por despertar y descubrir que todo es sólo un sueño, una pesadilla! "

Paro de escribir. Un gesto de dolor cruza por mi cara. Muerdo el lapicero sin saber como continuar. Suspiro y continúo mi relato.

“Por la tarde, caminaba por las calles de Storybrooke junto a mi Abuelita. Nuestra relación se ha vuelto más llevadera desde aquel día en el que descubrí una nueva Ruby en mi. Claro, habían momentos en que ambas olvidábamos nuestra “Tregua”; era normal hacerlo, era demasiado tiempo con esos malos hábitos de control por su parte y rebeldía por la mía.

De repente, sentí una ráfaga de viento. Era fuerte…era una sensación como de cruzar una barrera invisible. En ese momento, una avalancha de recuerdos me vino a la mente y no sé si era que el viento estaba frío o era mi corazón el que se helaba.

Fueron segundos en realidad, pero para mi fueron horas.

Me vi envuelta en una capa roja, la capa que escondía al monstruo que había en mi. En mi cabeza resonó un aullido, un sonido que nunca quise volver a escuchar.

Y recordé. Si recordé la cabaña en el bosque, recordé las caminatas, mi vida con mi abuelita…y lo recordé a él, su cálida sonrisa, su rostro, su ternura. Pero también me vi rodeada de sangre…sangre por todos lados.

Tanto tiempo buscando al lobo asesino cuando en realidad..¡Era yo! ¡Yo era la maldita criatura que sembró muerte y dolor en el pueblo! ¡Había sido yo la que había matado al hombre que amaba!

Me siento como la peor de las personas. Descubrir eso y el hecho de que mi madre en realidad no había muerto, hicieron que mi mundo cayera por un abismo. ¿Cómo mi abuela me ocultó mi maldición?
Y mi madre…tantas veces que soñé en lo que era tener una y resultó un ser algo totalmente opuesto. Es cierto, me enseñó como controlar mi condición sin la capa que frenaba a ese lobo que tanto mal había causado, pero su falta de humanidad y demasiada manipulación terminaron por morir, al igual que ella.

¿Cómo puedo vivir con ésta culpa? ¿Cómo puedo vivir con el secreto de la Luna Llena? Maté a Peter…maté mis propias ilusiones y sentimientos. No merezco la felicidad cuando he sido yo la que la he arrancado de muchos otros.

He tratado todo el día de interponer la alegría de recuperar los recuerdos de mis amigos, de mi abuelita...pero es algo que va en contra de toda proporción. No puedo evitar pensar en lo que verdaderamente soy: Un peligro.

Si. Soy un peligro andante, querido Diario. No debería estar aquí. Todos están felices, reunidos y yo…pues yo aquí estoy. Existiendo sin quererlo.

¿Qué pensará Archie cuando se dé cuenta que la chica con la que sale y a quien ama es un monstruo? "

Las lágrimas ruedan por mis mejillas y mojan la hoja que en sus letras escritas, se vislumbran mis sentimientos. Así me siento al recordar. Felicidad para unos y dolor y culpas para otros.

Dejo el lápiz a un lado y me llevo las manos a mi rostro.


¡Hubiese preferido mil veces no recordar!

noviembre 03, 2013

Como ya os adelantamos vía Twitter , vamos a organizar un Concurso de Fics aquí, en nuestro Blog de los Fics!!

La temática de los fics deberá estar basada en los recuerdos que habéis recuperado: podéis basaros en el momento exacto en que recuperáis vuestros recuerdos, en las sensaciones que tenéis al recuperarlos, en remordimientos sobre lo que vivisteis o sobre lo que creéis que pensará la gente sobre vosotros...


- ¿Quién puede participar?  
Cualquier personaje del rol #REUV , siempre que hayan recobrado sus recuerdos.

- ¿Quien no puede participar?
Personajes que no hayan recuperado sus recuerdos o que hayan muerto antes de recobrarlos.

-En qué consiste en concreto el Concurso?
 Los participantes subirán su fic a éste blog desde que abramos éste post hasta la fecha límite, y los compañeros podréis votar los fics propuestos en la encuesta que os habilitaremos para ello. Para votar en la encuesta tendréis exactamente seis días, y el séptimo desde que se cierre la recepción de fics daremos a conocer al ganador o ganadores!

- Podré votar más de un fic si me gusta más de uno? 
Si, porque comprendemos que muy posiblemente no haya sólo un fic que sea de vuestro agrado.

- ¿Desde cuándo puedo mandar mi fic?
En cuanto leas ésto y lo escribas!! Estaremos encantados de leer vuestros relatos!

- Hasta cuando tenemos para mandar los relatos?
Hasta el 10 de Noviembre tendréis de fecha para publicar los fics en el blog.

- ¿Cómo hacerse autor? Revisa éste post!

- Tengo un blog relacionado con mi cuenta de rol de #REUV,  puedo publicar en el Blog de los Fics y en el blog de mi personaje el mismo relato con que participe en el Concurso?
Por supuesto!!

- Y puedo publicar el relato sólo en el de los Fics del Rol, sin tener porqué crear un blog para mi personaje o publicarlo en el que ya tengo?
Claro que sí, no hay ningún problema!

agosto 07, 2013


-El día ha ido mejor con @Bael_Euv Hemos paseado juntos por el bosque y me ha vuelto a sonreír. Ese ha sido siempre mi mayor aliciente. Pero después de una mañana tranquila paseando alegremente he visto a leñadores cerca de donde estaba la daga. Mi cuerpo se ha tensado y Baelfire lo ha notado. He disimulado diciendo que se me había olvidado decirle a la criada que lavara una túnica que me gusta para ponérmela mañana...y parece que se lo ha creído.

Intento no mirar a los leñadores...Conozco muy bien a uno de ellos...Siempre me decía que Milah era demasiado mujer para mí, que no me la merecía, que no le daba lo que quería en la cama e incluso llegó a insinuar que no le importaría dárselo él... Al recordar esos momentos el odio empezaba a invadirme pero Baelfire logra sacarme del trance a tiempo. Desviamos nuestro rumbo para no toparnos con ellos y nos vamos a casa. Afortunadamente no se darían cuenta del lugar donde estaba la daga.-
-Me espero a que @Bael_Euv esté dormido y salgo de casa al lugar donde estaba la daga. Esos dos leñadores y unos amigos suyos se habían ido allí de fiesta y habían encendido una hoguera.

Una lucha comenzaba en mi interior. Una parte de mí decía que no se darían cuenta del lugar en el que estaba la daga pero otra parte decía que sí. Era estúpido porque no había motivos para que de repente se pusieran a cavar pero esa parte en mi interior me decía que acabarían descubriéndolo como fuera y que mi deber era defenderme. Tal vez intenten plantar algo o lo que sea y lo descubrirían.

"Tienes que hacer algo Rumpel." me decía una parte de mí. "Es para defender tu vida. Baelfire lo entendería. Además, así podrás vengarte de ellos, de las veces en las que te han menospreciado diciéndote que eras poco hombre, que no podías darle a tu mujer lo que necesitaba..." La
sangre empezaba a hervirme. Tenía el motivo y...era legítimo ¿no?-

¡EH! ¡LARGAOS DE AQUÍ! -grito con furia. Ellos están borrachos y apenas pueden enfocar a algo con la mirada. Dos me miran asustados y corren. Los otros dos se quedan. Genial...podré vengarme...

¿Tú quién eres para mandarnos... cara pasa? -dice uno de ellos. Eso era lo último que diría. Con un movimiento de mano las ramas les aprisionan y les dejo sin voz.-

Llegó el momento de pagar...por tus palabras dearie. -digo sonriendo interiormente ¡cómo lo voy a disfrutar!-
-Me miran asustados y yo no puedo hacer más que regocijarme. Por fin iban a pagar por todo el daño que me han hecho. Desentierro la daga con la ayuda de la magia y voy hacia ellos.-

¿Tenéis idea los dos...-empiezo a preguntar disfrutando de ver el terror en sus rostros- de lo que es que te digan un día y otro y otro...que no eres un hombre? No verdad...pues hoy vais a empezar a tener una idea del dolor que produce. -cojo la mano de uno de ellos y corto uno de los dedos con la daga. El hombre quiere gritar pero le he dejado sin voz- No grites tanto dearie...sólo te corté el meñique...

-Veo que uno de ellos suplica diciendo "por favor"- Oh...-digo fingiendo conmoverme- ¿Quieres disculparte? -me acerco a él que asiente efusivamente y veo dos lágrimas deslizándose por su rostro. El otro estaba pálido y no dejaba de perder
sangre. Una risa malévola nace de mi interior.- ¿Estás llorando dearie? ¿Cómo es posible? Un hombre tan valiente y fuerte y tan dispuesto a tirarse a las mujeres de los demás...-de pronto pienso- Oh...a lo mejor es eso...¿quieres que te ayude a ser buen chico? -empiezo a clavar la daga en sus partes. Todavía no le hacía daño. El terror de él aumentaba y con él mi satisfacción- ¿Es eso? ¿quieres que te ayude?...Porque verás...habéis visto esta daga...así que no puedo dejar que viváis...
-Los dos me miran aterrados. Al fin las tornas están a mi favor. Ya basta de represión. Voy a demostrarles mi fuerza, la fuerza que siempre hubo en mi interior. Los dos me suplican.-

¡BASTA! ¡DE NADA ME SIRVEN VUESTROS LAMENTOS! -rasgo el pantalón de uno de ellos y adentro la daga por debajo del calzón hasta tocar verdaderamente el miembro de uno de ellos. Noto como tiembla su cuerpo- Yo os suplicaba...-digo con rabia y con asco- os suplicaba clemencia por mi hijo...y me tratábais como una basura...-encajo una de las curvas de la daga en su miembro, presiono y muevo la mano para el lado contrario para hincarla lo suficiente- Sólo os devuelvo vuestra propia amabilidad -tiro hacia arriba con fuerza. La parte que decía que no les torturara se fue...era venganza, era mi momento y lo iba a aprovechar.

Vuelvo con el del dedo quitado que estaba pálido y sudoroso. Levanta el rostro como puede y me dice que le mate.- No dearie...no vais a morir tan rápidamente. Paro la
sangre de su compañero y levanto la daga para enseñártela.- Vais a sufrir igual que yo he sufrido. Por vuestra culpa mi mujer se fue...y ha acabado presa de piratas...¿sabes lo que es -me acerco más a él- tener que decirle a tu hijo que su madre ha muerto? -él niega- ¿No lo sabes? Pues es un dolor parecido a éste -le atravieso el muslo con la daga y giro la muñeca. Veo que se desmaya y le devuelvo en sí con magia. Esto era más divertido de lo que pensaba pero de pronto pienso en que haría con los cadáveres. @Bael_Euv no puede enterarse de esto. Él no lo entendería. No entendería que necesitaba vengarme.-

Sabéis...me quedaría más con vosotros pero tengo otras cosas de las que preocuparme. -adentro una mano en el pecho de uno y saco su corazón.- Adiós dearie -lo estrujo con fuerza hasta convertirlo en polvo. El otro me mira temblando. Intenta liberarse del agarre y al verle no puedo hacer otra cosa que reírme.- No hay escapatoria dearie...del mismo modo que no me la dísteis a mí. -hago lo mismo que con su compañero y acaba muerto. Con el fuego de su misma hoguera incendio los cadáveres hasta que se convierten en polvo. Vuelvo a casa satisfecho.-

julio 05, 2013


RUMPEL: -Miro como @Bael_Euv se va mirándome de reojo. Estaba preocupado...lo notaba... Pero debía hacer esto. No podía permitir que mi hijo viera lo que yo he visto en el frente. No es lugar para un niño. Ver a hombres con los miembros amputados te marca de por vida por no hablar de los gritos de dolor cuando hay que amputar miembros por gangrena o por el mordisco de un ogro. No podía permitir que Bae pasara por eso. Con cierto temor en el cuerpo saco la daga y la ilumino con la antorcha que tenía. En la hoja hay escrito un nombre "Zoso".-
@Zoso_Be... -digo con cierta timidez al saber que estoy solo en el bosque. Si alguien por lo que sea me viera creería que estaría loco. Lo cual ya sería lo que me faltaba- Zoso... -digo con más seguridad- Yo os invoco...
-Me quedo mirando la hoja unos segundos a ver si pasaba algo... Pero nada...Miro a mi alrededor y no veo a nadie. Me doy la vuelta y de pronto lo veo. Una figura negra que inspira temor sólo con verla.

ZOSO: -Camino hasta el bosque esperando la llamada. Veo los árboles por última vez. Estúpidos necios vosotros que adoráis la magia cuando tenéis a vuestro alrededor cosas poderosas sin tener que pagar ningún precio. Pero así es el ser humano...necio e inconformista. Siempre queréis más y más...

De pronto noto que alguien me llama. Hacía siglos que esperaba esta llamada liberadora. Al fin después de siglos y siglos iba a poder descansar. Sonrío interiormente y me aparezco detrás de Rumpelstinskin atraído por el poder de la daga.- ¿Queríais verme? -pregunto sereno.

RUMPEL: -Suelto la antorcha asustado y retrocedo al verle ahí plantado. Sin embargo, tras esa impresión inicial, alzo la mano que sujeta la daga y digo desafiante-¡Rendíos...ser Oscuro! ¡Ya sois mío!

ZOSO: -Rumpel me mira desafiante como si tuviera algún deseo de pelear. Pobre infeliz...- En efecto... -digo haciendo una pequeña reverencia- Ejerced el poder con cautela...Podéis ejercerlo cuando os plazca...-necesitaba provocarle con su hijo para que diera el último paso o no accedería a matarme- Casi ha alboreado... -camino hacia él pasando por encima de la antorcha caída- y hoy es el cumpleaños de vuestro hijo...Apuesto a que los soldados se dirigen hacia vuestro hogar.

RUMPEL: -Caminaba hacia mí con paso tranquilo. Su túnica era negra y el rostro no se le distinguía...Era como estar hablando con la mismísima parca. ¿Cómo es que ningún "valiente habitante" de la aldea se ha atrevido a hacer esto? Por extraño que parezca...el que tenía la daga para controlarle era yo..."el cobarde". Una parte de mí decía que tenía que matarle pero otra no se terminaba de decidir. Al fin y al cabo era magia oscura.
Pero cuando me habla de Bae la impotencia vuelve a mí. Era cierto. Mañana irían a llevárselo. No lo podía permitir.- N-no pueden llevárselo. -digo asustado.-

ZOSO: -Al caminar hacia él noto que la mano que aferra la daga tiembla. Aún necesitaba otro empujón. El miedo se nota hasta en su voz. Tenía que eliminar ese miedo aunque fuera por un segundo para que se atreviera a matarme.-

No los controláis a ellos...Sólo me controláis a mí. -afirmo- ¿Alguna vez os habéis cuestionado si Bae en verdad es vuestro hijo? Pues a diferencia de vos él es valeroso y anela combatir y morir colmado de gloria. ¿Acaso estimáis un pacto justo tener que rendir vuestra alma a fin de salvar a vuestro hijo bastardo? Así pues os pregunto... ¿qué es lo que deseáis de mí...señor?

RUMPEL: -Tiemblo al tenerle tan cerca. Su túnica casi me roza y al notarlo me estremezco. Ahora si podía ver algo de su rostro... Su piel era oscura...Diría que hasta escamosa y los dientes eran los de una fiera. Cuando empieza a hablar de Bae todas las imágenes de lo vivido en la guerra pasan de la forma más clara posible en mi cabeza junto con todo lo que sentí estando allí. Mi intención ahora es firme...Baelfire no puede pasar por eso. Encima tengo que oír que me llama cobarde y a mi hijo, bastardo.
Él es valiente pero su valor no le salvaría en la guerra. Va a saber esta criatura del infierno de lo que soy capaz de hacer por mi hijo. Sabrán todos a partir de ahora que por las causas que merecen la pena siempre lucho... Sobre todo si la persona que quiero cree en mí como lo hace mi hijo. Me pregunta que es lo que deseo. La mano que aferra la daga aprieta el arma con fuerza. "Bae...te quiero" pienso para mí antes de gritar.-
¡TU MUERTE! -le clavo la daga en el corazón. Zoso cae de rodillas y después acaba tirado en el suelo. Me incorporo y veo que la oscuridad de su piel desaparece y en su lugar veo...No...No puede ser...

ZOSO: -Funcionó. La provocación funcionó. Vi la decisión en sus ojos durante un momento y lo hizo. Sentí el acero de la daga abriéndose paso entre la carne...Cosa increíble porque llegué a pensar que ni siquiera eso tenía sino que era una masa de algo indefinido que vagaba por el mundo. Caigo de rodillas para después caer al suelo. Siento que la magia empieza a abandonarme...Al fin voy a descansar. Miro a un Rumpelstinskin confundido de ver mi rostro y río con ganas.-
Al parecer hiciste un trato que no entendiste...Dudo que quieras repetirlo. -vuelvo a reír con ganas.

RUMPEL: -Te miro sin entender- Sois...el pordiosero... -empiezo a recordar el casual encuentro, el relato de la daga...Ahora lo veo todo claro...Lo de la daga era un secreto porque puede matarle...por lo tanto la única persona que lo podía saber...era el propio ser Oscuro- Me dijisteis que os matara... -digo aún sin entender. ¿Por qué el ser que lo tiene todo querría morir?-

ZOSO: Mi vida...era un yugo pesado. Ten por seguro que toda...magia...conlleva un precio muy elevado y ahora tendrás que pagarlo.-Me costaba respirar. El final estaba cerca. Podía sentirlo al igual que sentía cómo la magia abandonaba mi cuerpo lentamente.-

RUMPEL: -Ahora lo veo claro. Me había utilizado. Yo no era más que un peón destinado a liberarle. Como al ser el cobarde estaba sin familia que me apoyara y sin amigos nadie me iba a salvar de mi desesperación. Y por culpa de estar solo había caído como un necio estúpido.- ¿Por qué yo? ¿Por qué yo? -digo muerto de miedo. ¿Por qué no pudo haber elegido a otro? ¿Por qué todo lo malo me pasa a mí cuando todo empezó por querer estar con mi hijo? ¿Acaso querer ver crecer a mi hijo era un delito? ¿Acaso eso era algo tan grave?-

ZOSO: Porque sé reconocer...un alma desesperada. -el dolor ya es definitivo. Definitivamente... expiro.-

RUMPEL: ¡No! ¡No! ¡Aguantad! ¡Decidme qué debo hacer! ¡¿Qué debo hacer?! -noto como la piel de mi mano cambia. Saco la daga del pecho de Zoso y contemplo que ahora hay otro nombre...el mío.

Me alejo del cuerpo de Zoso asustado por si todavía me pudiera hacer algo aunque ya sabía que estaba muerto. No dejo de mirar la daga y mis manos que empezaban a ser invadidas por la piel oscura. Mi cuerpo empieza a temblar asustado mientras veo impotente cómo avanza por mi cuerpo. "¿Qué he hecho Dios mío? ¿qué he hecho?" no dejo de pensar interiormente. Ojalá hubiera tenido más templanza en mi interior. Habría descubierto así el engaño de Zoso y salvar a Bae de esta situación...Dios mío...Baelfire... Pero no me rendiré... Le dije que le salvaría de la guerra...Debo hacerlo por él...Aunque una parte de mí me dice que habrá consecuencias por esto. Siento que la oscuridad ya ha invadido casi todo mi cuerpo. Adiós al antiguo Rumpelstinskin...Ya nada volverá a ser igual. Cuando siento que ya todo mi cuerpo sucumbió...Es extraño...Pero no sentía dolor...sino fuerza...Algo en mi interior me decía que ahora todo iba a cambiar a mejor...ya nadie volvería a pisotearme, ya nadie volvería a hacerme daño nunca más. Me levanto decidido. No sentía dolor en la pierna. Volvía a ser un hombre completo y fuerte como era antes de esa maldita guerra. Podía defender a mi hijo con toda la fuerza del mundo...La fuerza que mi mujer que se esforzó en despreciar. Desde aquel día resuenan las risas de esos piratas en mi cabeza al igual que las risas de los demás durante estos años. Ahora todo iba a cambiar...Todos aquellos que me hicieron sentir insignificante temblarían...Todos ellos iban a sentir lo que yo he sentido cada día durante estos 5 años. Todo por no querer mirar al padre amoroso que era. Se iban a enterar de quién era Rumpelstinskin. Camino a casa para estar ahí cuando lleguen los soldados. Se van a llevar una gran sorpresa...